lunes, 21 de marzo de 2011

¿Cómo se cumple un sueño?

Aquí otra vez. Tengo algo que contar. Comencé a interesarme por las artes culinarias desde muy joven. Siempre he pensado que frases como estas son realmente cursis.  Más aun, cuando salen de la boca de personas que a mil millas de distancia se nota que solo quieren impresionar y solo tratan de llenar espacios en blanco en sus “biografías”. No pretendo que la humanidad más una persona me crea, pero así es. Mi abuela estaba en cama con una pierna rota. Así que luego de haber ella pasado varios meses en el hospital y yo en casa de “una madrina” por fin volvimos a la casa. Esa “madrina” sacó un paquete de arroz y una lata de “carne beef” y comenzó a explicarme muy  brevemente como debía preparar ese suculento manjar y se despidió. Lo que “la madrina” no sabía era que durante años observé a mi abuela y a mis vecinas matriarcas haciendo de las suyas frente a las estufas y el plato de arroz blanco con “carne beef” evolucionó.

Ahora, luego de tantos años quiero llevar esa pasión a otro  nivel.  Pero, ¿cómo logro hacerlo? He escuchado a varias celebridades del mundo culinario decir que no es necesario ir a una escuela culinaria. Yo, por mi parte, creo que sí. Soy partidaria de la academia. La academia te brinda una cierta seguridad que facilita las cosas. Claro, es necesario que este de la mano de pasión y talento porque si no se ha perdido el tiempo.  He estado investigando y analizando cual escuela me conviene. Pero luego de todo este análisis he llegado a una conclusión. Ninguna me conviene. No porque carezcan de las cualidades que busco. NO. El problema es que yo carezco de las cualidade$$$$$ que ellos buscan.  ¿Cómo se logra ir a una escuela de artes culinarias de renombre donde los grados fluctúan entre los $25K  y $50K? ¿Cómo renuncio  a mi emocionante y maravilloso trabajo en la industria bancaria para mudarme a la capital del mundo y seguir mi sueño?  ¿Cómo se hace eso? Llevo aproximadamente tres meses dándole vueltas al asunto  y no logro resolver este enigma. La única solución que se me ocurre en ganarme la lotería pero esa ocurrencia también la tiene sobre 3 millones de personas, así que, no muy alentador el pronóstico.  

Escucho gente decir: “lo logre, cumplí mi sueño”.
Y, ¿cómo se cumple un sueño? ¿Cómo cumplo yo mi sueño? Ese, mis amigos, es mi dilema.

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